Nauta... anotaciones en la bitácora de un navegante

 Pensaba que hace apenas 300 años viajar entre Europa y el nuevo continente era cosa de tres meses; con suerte talvez  poco menos. Luego la máquina de vapor, en el siglo 18 acortó el viaje  a un mes. Hoy 11 horas se nos hacen tediosas, hasta horribles sobre todo si viajamos  en clase turista. Otras percepciones del tiempo, de las relaciones. En 11 horas  es posible que no logres  saber nada sobre tu vecino de asiento salvo si ronca o se lanza ventocidades. Pero claro, a quién le importa en estos tiempos de soledad y del culto a la taimada y ficticia individualidad. Hoy llegamos rápido pero ¿de qué nos hemos perdido por ello? ¿En esta época  la gente vive más?  ¿Pero vivir sin emoción, sin pasión, vidas oblicuas, apuradas por llegar no se sabe bien dónde ni por qué, realmente es vivir?  ...

Reflexión sobre los tiempos.

Cuando la gente era necesaria, molestaba: ausentismo, rotación, vacaciones, clima organizacional,  por una parte; por otra parte, protesta social, anarquía, sedición... Hoy,  con la robótica, la inteligencia artificial, el control mental,  los colapsos económicos, la sumisión al discurso de la "salud" y del ecologismo, cada vez la gente está más acotada. Paulatinamente con las tácticas  para establecer y afinar el aislamiento, la distancia social, el perímetro y el tiempo límite en el que tu podrás alejarte del lugar en el que te han sembrado. Teoría conspiranoica es el sintagma cristalizado para neutralizar el cuestionamiento. Sintagma que a pesar de su intención, es indicador, al formularse,  evidencia que lo así estigmatizado, es correcto. El estatus quo que se camufla en planteamientos progresistas como el Nuevo Orden Mundial, calentamiento global o, cuando falla, cambio climático;  agenda 2030 de sostenibilidad, transhumanismo, etcétera. Está constituido por los valores