Siento a veces que soy un ave en el infinito cielo de la vida otras, una estrella rutilante, gema que mi corazón habita.
A menudo soy fogosa tormenta, la furia de mi sangre encendida; otras, una frágil azucena que llora junto al río de aguas cristalinas.
Serena paloma soy en ocasiones, símbolo de paz, sosiego y calma; o acacia inquieta de verde fronda, albergue de amor para las almas.
Esta noche quiero ser luna blanca para velar tu sueño en mi lejanía y al rozarte mi destello nacarado, robarte el beso que ansío todavía.
Anónimo ha dicho que…
Soy yo, siempre a tu lado, Soy yo la que ronda tus sueños Traigo tu amor pegado a mis pestañas Abro los ojos y me adivino en tus sombras Eres sol y mar vibrante Agitas mis alas y me remontas al cielo Estas y no. Vivo y remuero en tus brazos Así te siento porque eres mío En nuestras tardes de amor cercado Somos fuego de beso en beso
Pensaba que hace apenas 300 años viajar entre Europa y el nuevo continente era cosa de tres meses; con suerte talvez poco menos. Luego la máquina de vapor, en el siglo 18 acortó el viaje a un mes. Hoy 11 horas se nos hacen tediosas, hasta horribles sobre todo si viajamos en clase turista. Otras percepciones del tiempo, de las relaciones. En 11 horas es posible que no logres saber nada sobre tu vecino de asiento salvo si ronca o se lanza ventocidades. Pero claro, a quién le importa en estos tiempos de soledad y del culto a la taimada y ficticia individualidad. Hoy llegamos rápido pero ¿de qué nos hemos perdido por ello? ¿En esta época la gente vive más? ¿Pero vivir sin emoción, sin pasión, vidas oblicuas, apuradas por llegar no se sabe bien dónde ni por qué, realmente es vivir? ...
Comentarios
en el infinito cielo de la vida
otras, una estrella rutilante,
gema que mi corazón habita.
A menudo soy fogosa tormenta,
la furia de mi sangre encendida;
otras, una frágil azucena que llora
junto al río de aguas cristalinas.
Serena paloma soy en ocasiones,
símbolo de paz, sosiego y calma;
o acacia inquieta de verde fronda,
albergue de amor para las almas.
Esta noche quiero ser luna blanca
para velar tu sueño en mi lejanía
y al rozarte mi destello nacarado,
robarte el beso que ansío todavía.
Soy yo la que ronda tus sueños
Traigo tu amor pegado a mis pestañas
Abro los ojos y me adivino en tus sombras
Eres sol y mar vibrante
Agitas mis alas y me remontas al cielo
Estas y no. Vivo y remuero en tus brazos
Así te siento porque eres mío
En nuestras tardes de amor cercado
Somos fuego de beso en beso