Plandemic to be continue


En Ecuador el gobierno del presidente Lasso, un banquero simpatizante del Opus Dei, establece una orden inconstitucional de obligar a las personas a vacunarse. Además del negocio, que no es lo importante, gracias al engaño de la nueva religión de la salud pública, la idea es contruir un orden tiránico. Ese orden, que se camufla en desinformación, trata de lograr que la gente sea sumisa. Hay temas colaterales dentro de la campaña de sumisión. Desde los más simples como tratar de impedir tradiciones como la quema de monigotes en el paso del año viejo al nuevo año. Todo con argumentos que parecen legítimos pero que son usados con el fin de dominar. De lograr que la gente, el rebaño, sea sumiso. Así lo practicaron más de una vez por ejemplo en los campos de concentración con las cámaras de gas.
Los medios, los periodistas honestos, intimidados, no pueden investigar. Si lo hicieran de un modo adecuado, identificarian que médicos vinculados con la vacunación son presionados a no hacer seguimiento de efectos adversos, por ejemplo. Que las cifras de casos son manipuladas. Que los diagnósticos son sesgados. Entre otros aspectos.
Tienen éxito porque la gente de buena fe, y "expertos' que han cedido su criterio precisamente a la fe en una ciencia mercenaria, no logran entender sus determinaciones. 
¿Tienen éxito los psicópatas y sus esbirros? A pesar de su cálculo riguroso y detallado, no notan lo obvio.
Es una gran apuesta, la más grande hasta ahora. Pero el ganador se lo lleva todo. Y el ganador es... digamos que, finalmente, no será un jugador.



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